Escenas de María, en la Pasión y Muerte de su Hijo.
La Virgen de la Esperanza pasa por ser la Dolorosa más antigua de cuantas procesionan en la Semana Santa malagueña. Quizás esta longevidad, unida a la belleza suprema de la talla y a la unción religiosa que transmite su bendito rostro, sean motivos más que suficientes para comprender su popularidad. Presenta el rostro alargado, nariz rectilínea y boca pequeña y sollozante. El dramatismo se palpa en los pómulos enrojecidos por el llanto y en las cinco lágrimas que se derraman por sus mejillas. (Texto de Imágenes de la Semana Santa de Málaga) Todo tiene principio y fin, y cuando este llega, Ella, es, Nuestra Esperanza.